domingo, 10 de marzo de 2013

LA EDUCACIÓN PROHIBIDA (I)


Estos días, la APIMA del Instituto Mº Angels Cardona de Ciutadella, organiza un debate abierto, en torno a las ideas y cuestiones que plantea la película “La Educación Prohibida”, película documental que se propone cuestionar las lógicas de la escolarización moderna y la forma de entender la educación, planteando la necesidad de un nuevo paradigma educativo. Verdaderamente el debate es un instrumento muy útil para movilizar a las personas a cuestionar, manifestar e intercambiar opiniones y así sucedió conmigo, que desde anoche le doy vueltas a las siguientes reflexiones:

El por qué de un nuevo paradigma, tiene que ver con una visión crítica y constructiva, no sólo en torno a la educación, si no también en torno al tipo de sociedad que hemos creado y en la que vivimos hoy día. No se trata de criticar y culpar el pasado, si no de reconocer los logros a los que nos ha conducido y también, las lagunas que no alcanzó a resolver o  lo que no nos sirve ahora.

Dado que la educación y los años de escuela tienen un papel fundamental en el desarrollo de las personas y en la construcción de nuestros sistemas sociales, a la hora de plantearnos un cambio en nuestro hacer social, hemos de poner la atención en la educación y también en la escuela, ya que es una de las mayores fuentes de transmisión de la cultura.

Que el cambio social es difícil, lo es o no lo es, según como cada cual lo interprete, en cualquier caso, el cambio sucede siempre, lo queramos o no, es parte de la vida, es la vida misma. Así que más vale ir imaginándonos hacia donde nos gustaría cambiar como sociedad e ir sembrando semillitas, por pequeñas que parezcan; si no, otros soñarán por nosotros, sembrando quizás lucha de poder, violencia y guerra.

Las palabras, educar, vivir, amor, felicidad, etc. no tienen significados únicos y estancos; si no que están teñidos por la psicología de los tiempos y por los valores que las personas impregnamos en tales palabras. Así que, es normal y bueno que nos cuestionemos hoy, ahora, nuestro ideario sobre la educación. Preguntarnos nos ayuda a saber donde estamos y donde queremos ir. Así que:

- ¿A qué nos referimos hoy, cuando hablamos de educar? ¿Qué es educar para nosotros? ¿Educar es dirigir, encaminar, doctrinar. O es guiar y dar al que aprende los medios de abrirse al mundo para sacar lo mejor de sí mismo y saberse creador de su propia vida?

-¿Qué pretendemos conseguir cuando nos proponemos educar? ¿Queremos perpetuar nuestros mismos hábitos y maneras? Ya que educando, transmitimos nuestros valores y también nuestras calamidades. O, ¿queremos revisar nuestros hábitos y  maneras y aprender, si es necesario a hacerlo mejor? Ya que educando, estamos todos educando y nos estamos educando siempre.

- ¿Cómo educamos? ¿Facilitamos que los niños se adapten a la sociedad, ¡que mira que va a ser dura! les decimos, con sus exigencias, su competitividad, su insatisfacción encubierta? O, ¿facilitamos que críticamente analicen lo que les gusta, lo que no les gusta y trabajen día a día para la mejora de nuestra sociedad, con la confianza en el potencial humano de transformación y cambio?

Esta claro que estas preguntas no tienen una única respuesta, que preguntarse activa la imaginación y la creatividad y que debatir es como un catalizador para los que reflexionamos sobre la escuela y el educar.

Como veis, en mí se abrió un gran debate. Ojalá pase lo mismo con vosotros al compartir mis pensamientos. Agradezco a la Educación Prohibida, a las múltiples experiencias escolares que se atreven a crear propuestas diferentes, a iniciativas cómo el debate de la APIMA del Mº Angels Cardona por su atrevimiento ya que sus gestos nos movilizan a mirar más amplio, a echar a volar nuestra imaginación y a creer que otro mundo es posible, haciendo camino, pasito a pasito.

Publicado en el Última Hora de Menorca, el 9 de febrero del 2013

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